1. Intenta ir a dormir temprano. Una buena táctica para no pasar excesivo sueño al día siguiente es acostarse pronto. Así conseguirás dormir un poco más antes de que el llanto del bebé te despierte.
2.Lávate la cara al despertar. Debes hacerlo a modo de masaje, con agua fría o caliente, según te vaya mejor. Es una buena técnica para despertarte, especialmente cuando no has dormido demasiado bien. También puedes tomarte una ducha para activar todo tu cuerpo. Si tienes signos de cansancio en tu rostro como las ojeras, prueba de utilizar cremas específicas o aplícate algún remedio natural como el pepino.
3.Toma un buen desayuno. Al despertar por la mañana es importante que desayunes bien y que no te tomes solamente café y algunas galletas. El desayuno debe ser completo e incluir productos como leche,tostadas, cereales y zumo de fruta natural, como el zumo de naranja que contiene mucha vitamina C, entre otras cosas, recuerda tomar mucho liquido si estas dando el pecho.intenta controlar la ingesta de cafeína. Es mejor que tomes una infusión o un té verde.
4.Haz cinco comidas a lo largo del día: desayuno, tentempié a media mañana, comida, merienda y cena. No debes saltarte ninguna comida porque todas tienen su importancia. Es básico que hagas todas las comidas del día para aportar energía a tu cuerpo. Además, también debes seguir una buena alimentación sana y equilibrada.
5.Duerme la siesta. Intenta dormir la siesta después de comer si el bebé te lo permite. Dormir diez minutos te sentará de maravilla ya que tu mente desconectará y tu cuerpo descansará unos instantes. Al despertarte, te sentirás mejor. Eso sí, intenta no excederte al dormir o puede que consigas el efecto contrario y te levantes demasiado dormida.
6.Tómate momentos para ti. Siempre que puedas, intenta dedicarte unos minutos al día para ti: tomate un baño relajante, hazte la manicura o descansa un rato al sofá mientras lees una revista. Esos pequeños instantes te ayudarán a desconectar.
7.Cuídate y mímate con atención. Si padeces dolor de cabeza o de espalda como consecuencia de haber roto tu ritmo habitual de sueño previo al embarazo, no lo pases por alto. Consulta con el médico.
8. No quieras ser una superwoman. Aunque creas que puedas hacerlo todo tu sola, acepta que en ocasiones necesitas de la ayuda de los demás. Así que déjate ayudar; irás más descansada y tu cuerpo te lo agradecerá.
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