Exterogestación y la necesidad de ser llevado (parte1)



La exterogestación y la necesidad de ser llevado
Artículo de Elizabeth Antunovic (©2009 NAP, Inc.). Traducido por Kangura.com

 
Un canguro se queda en su bolsa hasta que su gestación exterior o exterogestación está completa y es capaz de alejarse de su madre por su cuenta. Al igual que un canguro, los bebés humanos nacen también inmaduros. De hecho, los bebés humanos siguen siendo en realidad más desvalidos que las crías de cualquier otra especie, y como algunos marsupiales también deben pasar por un período distinto de la gestación fuera del útero. Aunque el nacimiento puede ser visto como una separación de la madre y el bebé, los bebés necesitan ser mantenidos en los cuerpos de sus madres después del nacimiento. Este período de gestación exterior tiene que ser respetado ya que no es sólo una cuestión sentimental, sino una cuestión con un impacto profundo en el desarrollo físico, emocional y psicológico del niño.

La gestación fuera del útero-"La gestación Exterior"La simple observación de un recién nacido clarifica su naturaleza indefensa. Necesita calor y alimento. No puede alejarse del peligro y no puede usar palabras para comunicar sus necesidades. Tiene el reto de usar su sistema nervioso para comprender el espacio y su relación con él, respirar por sí mismo para hacer circular el oxígeno y nutrientes a todo su cuerpo; para comer, digerir y eliminar residuos. Es evidente que el recién nacido pasa por una transformación que no se produce instantáneamente, sino gradualmente, mayoritariamente durante el primer año de su vida. Durante este tiempo debe ser llevado a todas partes. Todavía tiene un largo camino por recorrer antes de que pueda gestionarse por sí mismo. Esta relación simbiótica entre la madre y el bebé está "naturalmente diseñada para ser aún más intensa e interoperativa después del nacimiento" que durante su gestación en el útero (Montagu, 1988, 75).
"El nacimiento no sólo constituye el comienzo de la vida de la persona sino que conlleva el final de la gestación. El nacimiento representa una serie compleja y muy importante de cambios funcionales que sirven para preparar a los recién nacidos para el paso por el puente entre la gestación en el útero y la gestación que continuará fuera del útero. "(Montagu, 1986, 57)
El bebé debe ser alimentado de una forma que represente lo más posible la intimidad del embarazo hasta que la gestación "exterior" ("gestatio"- latin, llevar o transportar) se ha completado. Esto significa que el bebé debe estar en proximidad constante con su madre, ya sea en los brazos de su madre o en contacto con el cuerpo de su madre gracias a un con un trozo de tela u otro portabebé.



Continuando la relación entre madre e hijoA pesar de que los bebés son llevados por sus madres en la mayor parte del mundo, cada vez más diminutos bebés pasan la mayor parte de sus días solo en incubadoras, asientos inflables y cochecitos y pasando sus noches solos en moisés y cunas privados del contacto y la presencia de su madre. La naturaleza no lo planteó para que fuera de esta manera. Una madre y su bebé están fuertemente predispuestos a esperar unidos y a continuar con esa unidad después del nacimiento.
"A pesar de que las experiencias intrauterinas pueden ejercer una influencia sobre el desarrollo posterior del niño, las experiencias que tiene aproximadamente durante los diez meses después del parto son de mayor experiencia... una relación simbiótica permanente entre madre e hijo diseñada para perdurar un "continuum" sin interrupción hasta que el peso del cerebro del bebé se ha más que duplicado "(Walsh).



Nacimiento debido a una cabeza grandeEl bebé humano nace usualmente 266,5 días después de la concepción debido a su cabeza grande y al rápido crecimiento de su cerebro que tiene lugar durante los últimos tres meses en el útero. El aumento de tamaño del cerebro y la locomoción bípeda (sobre dos pies y posteriormente un reordenamiento y el estrechamiento de la pelvis) implica una reducción de madurez al nacer, de casi todos nuestros sistemas fisiológicos, para poder sobrevivir (Trevathan, 144)
El patrón que sería normal para completar la mitad del tamaño del cerebro adulto no es posible antes del nacimiento debido al gran tamaño del cuerpo y la cabeza del bebé, necesarios para acomodar a su cerebro en desarrollo (Cella Conde, 94). Se produce entonces un cambio importante en la duración de la gestación, y debido a este significativo crecimiento del cerebro, el desarrollo del comportamiento, y la maduración de los sistemas se retrasa totalmente hasta después del nacimiento. En el útero se interrumpe la gestación y el bebé nace antes, simplemente por necesidad (Trevathan, 144).
Si los bebés se quedaran en el útero durante un período más extenso de tiempo y su cerebro siguiera creciendo al ritmo que crece, la cabeza sería demasiado grande para pasar por el canal vaginal y pondría en peligro la propia vida del bebé, la vida de la madre, y la de toda la especie humana, por así decirlo. Así, a pesar de que el bebé no ha madurado suficientemente, nace. (Montagu, 53)



El cuerpo de la madre regula el desarrollo de los sistemas
Cuando nace un bebé necesita respirar por sí mismo, proporcionar oxígeno y nutrientes a todo su cuerpo, ajustar su sistema gastrointestinal a la nueva función de la ingestión, digestión y eliminación. Utilizará su sistema nervioso para obtener información sobre su entorno y su lugar en él. Sin embargo, la fisiología humana no dirige todas sus funciones propias, sino que es interdependiente. La información regulatoria adquirida por los niños de sus madres también afecta la función cardiovascular, los ritmos del sueño, la función inmune y los niveles hormonales. El Dr. Heller afirma que "mientras está en contacto con la madre, los sistemas del bebé se mantienen a un ritmo regular. Pero, además, el recién nacido debe trabajar el doble para mantener la armonía fisiológica "(Heller, 31). Montagu más defiende, "La unidad biológica, la relación simbiótica, gestionada por la madre y el embrión durante el embarazo no cesa al nacer, de hecho está naturalmente diseñada para convertirse en aún más intensamente funcional y comprometida mútuamente después del parto que durante la gestación en el útero" (Montagu, 1986 , 57).
La presencia física de la madre es necesaria para ayudar a regular el desarrollo de los sistemas de su hijo/a.


El gateo completa la gestación exteriorEn 1944 Portmann fue el primero en sugerir que para que un recién nacido humano alcanzara el estado de desarrollo de un mono recién nacido, la gestación total sería de alrededor de 21 meses. Kovacs la situó entre los 18 y los 20 meses. Bostok informó de que la gestación ideal para un ser humano recién nacido sería cuando la locomoción cuadrúpeda (movimiento en cuatro patas) comienza, lo que significaría el gateo para el bebé humano, siendo capaz de escapar de un peligro por sus propios medios. Lo que es interesante es que el tiempo promedio que lleva a un bebé a gatear, o para que la gestación exterior finalice en términos de Bostok, es de 266 días y medio después de su nacimiento-exactamente el mismo tiempo que la gestación en el vientre! (Montagu, 1986, 54). De ahí la idea de "nueve meses dentro y nueve meses fuera".

Los periodos de desarrollo humanos, más largos que los de los simios, excepto la gestación

La gestación de los Simios se diferencia de los seres humanos por sólo un par de semanas. Ellos permanecen un poco más de tiempo en el útero que los humanos. Su inicio de la pubertad es cuando tiene ocho o nueve años. Completan su crecimiento cuando cumplen los diez u once años y su esperanza de vida es de treinta a treinta y cinco años. Cuando se compara la duración de nuestros períodos de desarrollo a la de ellos, la primera y última salida de los dientes, el inicio de la pubertad, la terminación del crecimiento general, y la vida, todos nuestros periodos de desarrollo son más largos que el de los siminos (Montagu, 1986 , 51). La excepción es la gestación.

Los humanos nacen con un 25% del cerebro de un adulto, los simios el 50%
Aunque los monos también nacen en un estado inmaduro, siguen siendo inmaduros durante un tiempo mucho más corto que los humanos. Ellos tardan aproximadamente un tercio del tiempo a levantar la cabeza, sentarse por sí mismos, pararse y caminar. Nacen con un promedio del 50% de su cerebro adulto mientras que los humanos nacen con sólo el 25%. La maduración que otros mamíferos completan antes del nacimiento, el ser humano deberá realizarla después del nacimiento.
Para que un bebé humano alcanzara la mitad de su tamaño del cerebro adulto tardaría unos 18 meses de gestación (Trevathan, 144). Curiosamente, éste es precisamente el período de tiempo en que los bebés empiezan a moverse por sus propios medios y se arrastran. Tanto el gateo como el logro de 50% del tamaño del cerebro adulto indican que la gestación exterior se completa aproximadamente nueve meses después del nacimiento.

Ventajas de un desarrollo incompleto



A pesar de todo, tiene algunas ventajas haber nacido en una fase temprana de desarrollo cerebral. En realidad, es adaptativo nacer en una etapa más subdesarrollada porque el mundo proporciona todos los días información sensorial más diversa que el ambiente cerrado del útero materno. "Las ventajas del nacer temprano en el ciclo de gestación incluyen una mayor plasticidad y una exposición precoz a los estímulos ambientales importantes para el aprendizaje" (Trevathan, 149).
Cuando un cordero nace, por ejemplo, para sobrevivir, simplemente tiene que levantarse y aprender a seguir a su madre. Es un patrón instintivo-reflejo de la acción. Los seres humanos son diferentes. "El bebé no es una criatura pasiva que está determinada por su entorno, sino que está explorando constantemente, tratando de aprender, y tener el medio ambiente bajo su control" (Karen, 203). Haber nacido antes en el ciclo de gestación nos permite hacer esto más fácil, y nos da una inteligencia abierta y una lógica flexible. Estar en "desarrollo incompleto" en realidad facilita más la creatividad y la personalidad individual (Pearce, MC, 10).

Dos tercios del crecimiento total del cerebro finaliza el primer año
A pesar de que la infancia es responsable sólo de aproximadamente el 2% de nuestra esperanza de vida, un increíble 80% del crecimiento total del cerebro de un bebé se llevará a cabo en el momento en que cumple dos años (Heller, 110)! El cerebro del bebé aumenta de sólo el 25% al nacer al 60% del volumen del cerebro adulto para al final del primer año ser casi dos tercios del crecimiento total del cerebro, esto ocurre en un intervalo muy corto de tiempo ( Montagu, 1986,55-6). En el primer año de vida, el cerebro de un bebé crecerá más rápido de lo que lo hará nunca. Cuando un niño cumple tres años debería haber finalizado el 90% de su crecimiento cerebral.


Necesidad primaria de contacto maternoA pesar de que los bebés simios maduran más rápido que los bebés humanos, todavía permanecen en continuo contacto con sus madres durante un período prolongado de tiempo, normalmente hasta que finaliza la lactancia, con un promedio de duración de tres años o más. "Dada nuestra exterogestation ... la separación de nuestro cuerpo antes que cualquier otro mamífero desafía la lógica" (Heller, 29). La lactancia y la proximidad a la madre durante tres años o más pueden ser la norma en la mayor parte del mundo, pero ciertamente no es la norma en Occidente o en los países anglosajones. Muchos consideran que llevarlos demasiado, malcriará a sus bebés. Pero, "en lugar de sentir que deberías soltarlo, puedes estar seguro de que está exactamente donde tiene que estar" (Granju, 273).
Aunque vivamos en la era moderna ",nuestro cerebro siguen estando basado en la Edad de Piedra... casi la totalidad de nuestra bioquímica y fisiología están diseñadas para las condiciones de vida que existían cuando éramos cazadores y recolectores. Y en ese estilo de vida, los bebés eran mantenidos encima o cerca de sus madres, su fuente de seguridad. Después de eones con esta conducta, el cerebro del bebé ha evolucionado a través de la selección natural esperando una vida en una " matriz con perspectiva", con el cerebro de la madre conectado para proporcionar esa cercanía "(Heller, 4).
La naturaleza tiene el propósito de que los bebés estén con sus madres, sobre todo en los momentos en que su cerebro crecerá más que cualquier otro momento de sus vidas. Los bebés no podrían haber nacido con un desarrollo incompleto y permanecer solos o separados de sus madres la mayor parte del día si tuviéramos que sobrevivir como especie. "No importa que sean numerosas sus ventajas, de todos modos, el retraso de las tasas de crecimiento y el nacimiento en una fase anterior de gestación nunca podría haber ocurrido si no hubiera existido compensación en el comportamiento a la hora de cuidar el bebé por parte de la madre "(Trevathan, 149).



La inmadurez apenas respetada de los recién nacidosDesde la óptica del recién nacido, él ni siquiera es diferente de la madre. Se trata de una sola unidad, una díada madre-hijo. Sin embargo, a pesar de estos signos evidentes de dependencia, la inmadurez fisiológica y neurobiológica real del recién nacido no es respetada. Para un bebé que se convierte prematuramente en "un individuo" y es separado de su madre en los primeros momentos, días, semanas o meses después del nacimiento en efecto, es un desafío para su futuro crecimiento, seguridad y estabilidad como individuo. La importancia de que la madre y el bebé permanezcan en contacto y juntos durante durante este período crítico del desarrollo no se puede alterar demasiado.
"Si los padres comprendieran plenamente el alcance de su influencia sobre sus hijos, especialmente en el comienzo de su vida, la necesidad del tacto abundante y el afecto ni siquiera tendría que ser mencionado" (Caplan, 36).
En su libro El concepto del Continuum, el antropólogo Jean Leidloff explica que: "Un bebé privado de la experiencia necesaria en la formación de las bases para el pleno desarrollo de su potencial innato quizás nunca conozca un momento de la justicia incondicional que ha sido natural en su especie en un 99,99% de su historia. La privación, en la medida que haya sufrido malestar y limitaciones en la infancia, se mantendrá de manera indiscriminada como parte de su desarrollo ... "(Leidloff, 48)



El tiempo juntos y la lactancia sin restricciones espacia el nacimiento de los hijos
La naturaleza nos ha provisto de una forma biológica para espaciar el nacimiento de los hijos, permitiendo que la madre cuide de su hijo durante un período de tiempo más largo. Esto les da a ambos el tiempo que necesitan para formarse (Jackson, 45). Los niños Kung San permanecen en constante contacto con la piel con sus madres y son amamantados con frecuencia y sin restricciones. Aunque no usan los métodos anticonceptivos occidentales, el nacimiento de sus hijos se produce en tres-cuatro años de diferencia (Shostak, 67). Aunque con la lactancia materna "cultural" no puede haber efectos sobre la fertilidad de la madre, cuando una madre y un niño participan de la lactancia materna "ecológica", las mujeres permanecen en amenorrea de la lactancia (ausencia de períodos, debido a la lactancia materna sin restricciones y proximidad constante) y los bebés llegan espaciados de forma natural.

La proximidad constante permite una Lactancia Materna Ecolólgica
"La Lactancia ecológica es una forma de lactancia en la que una madre cumple con las necesidades del bebé con una lactancia frecuente y su presencia a tiempo completo y en la que el niño gracias a la frecuentes la succión pospone el regreso de la fertilidad". (Kippley, 8).Se llama "ecológica" ya que describe la relación entre dos organismos, tanto de la madre como del bebé, y cómo se afectan entre sí. Una madre puede pasar de forma natural más tiempo con su bebé durante tan importante periodo del desarrollo. Su cuerpo sabe que está dando tanto a su hijo que su cuerpo no está preparado para establecer y alimentar otra vida tan pronto. Las energías de reserva de la madre no se reducen con sangrado menstrual durante este tiempo cuando su ovulación es suprimida.Además de esto existen "las ventajas psicológicas que están recíprocamente conferidas para el bebé y la madre en la situación de lactancia, sobretodo en una especie en la que la madre está simbióticamente diseñada para continuar la gestación de su hijo fuera de la matriz" (Montagu, 1986 , 54).



Las madres se benefician física y emocionalmente
No sólo el bebé necesita a su madre, ambos se necesitan mutuamente. Después del esfuerzo del proceso del nacimiento la madre se tranquiliza con la sensación de fuerza y plenitud cuando sostiene a su bebé cerca de su pecho. El bebé se siente reconfortado por el tacto de su madre, el calor de su cuerpo y la seguridad de ser acunado en los brazos de ella. Después del nacimiento, cuando el bebé se prende al pecho, las contracciones del útero de la madre comienzan a reducir su tamaño. La lactancia aumenta la hormona del "amor" o la oxitocina que ayudan a intensificar la unión de una madre con su bebé y la disposición de la madre hacia su hijo. Ella se siente cada vez más cautivada por su bebé y su bebé cautivada por ella. Esta relación de lactancia y la intimidad entre la madre y el bebé que conlleva desempeña un papel importante en el establecimiento de una base permanente para los sentimientos de placer, satisfacción y alegría.






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