EL DILEMA DE LA LACTANCIA

¿Pecho o biberón? Si en los años setenta la liberación femenina pasaba por defender la lactancia artificial, las hijas de esas mujeres se reivindican ahora amamantando a sus bebés. Es la vuelta a ‘lo natural’. Pero aún hay muchas madres que prefieren la libertad y las facilidades que les da el biberón. Unas y otras reclaman poder tomar su propia decisión sin presiones y, sobre todo, sin sentirse juzgadas.

La mujer ha retrocedido con el énfasis en lo natural y se ha convertido en esclava de sus propios hijos. Eso al menos es lo que defiende Elizabeth Badinter, una filósofa que ha levantado una enorme polémica en Francia con su libro El conflicto. La madre y la mujer. Y entre las peores armas de El Gran Opresor (el bebé, según Badinter), la lactancia natural.

Después de que en los setenta hubiera un boom del biberón, ahora "la tendencia social y médica es la de volver a dar el pecho", dice la doctora Lara Sánchez, pediatra neonatóloga de USP Instituto Universitario Dexeus. "La leche materna es el mejor alimento, el que está especialmente diseñado para los bebés". Este es el principal argumento de los defensores de la crianza natural, que insisten en los beneficios inmunológicos. Desde Alba Lactancia Materna recalcan que incluso "mejora el coeficiente intelectual y la visión del bebé, y reduce sus posibilidades de padecer diabetes, hipertensión, problemas cardiovascualares y cáncer de adulto".

La Organización Mundial de la Salud recomienda amamantar de forma exclusiva seis meses, y, junto con otros alimentos, dos años más. Se cree que el 80% de madres en España intenta dar de mamar; sólo la mitad lo seguirá haciendo un mes después.

Otro de los motivos de defensa del pecho es que "mejora el vínculo madre-hijo", y crea una relación "más intuitiva" entre ambos, según la doctora Sánchez. Para Belén García, coordinadora del blog Uno más en la familia, nada más lejos de la realidad: "Tu apego no depende ni de la forma de comer ni de dormir. ¿Qué pasa entonces con los niños adoptados?".

"Hay una corriente potente" de mujeres que defienden el pecho que "cuestiona a las que deciden no darlo", lamenta García. Defensoras de una postura y otra se quejan de la presión que sienten. "Hay mucha más de la que debería; cada mujer debe poder hacer lo que quiera", insiste.

Y esta excesiva coacción -de sanitarios, familia, amigos, grupos de apoyo...- puede generar ansiedad y sentimiento de culpa en la mujer. "Lo peor es presionar a la madre. A los médicos lo que más les cuesta es escucharla, y que ella decida desde su interior; el bebé saldrá beneficiado de eso, se opte por el pecho o el biberón", recalca la psicóloga clínica Gemma Cánovas Sau, autora de El oficio de ser madre.

OPINIONES

«Dar el pecho crea una relación más intuitiva entre madre e hijo, mejora el vínculo entre los dos»

Lara Sánchez, pediatra neonatóloga


«Hay mucho falso mito y prejuicios sobre la lactancia. Para lo bueno y para lo malo»

Clara Lapetra, abogada y madre


«Todo el mundo me ponía mucha presión encima para que no desistiera»

Teresa Guardiola, maestra y madre


«Hasta el año y medio el bebé sólo tiene una figura de apego y ésta es la madre»

Inma Marcos, comadrona y madre


«Soy reticente a enseñar todo el día el pecho en cualquier parte y con el biberón controlas más»

Patricia Segura, auditora de cuentas y madre


«Hay una corriente potente de mujeres que cuestionan a las que deciden no dar el pecho»

Belén García, 'Blogger' Uno más en la familia

Por Anna Lladó, publicado en www.adn.es el 20 de abril de 2010

4 comentarios:

  1. Creo que es inútil el enfrentamiento entre mujeres que al fin y al cabo, son madres que intentan hacer las cosas bien. También creo que el personal sanitario, y los medios de divulgación (revistas infantiles, libros para embarazadas, etc.) debiera estar mejor informado y preparado para la atención -personalizada- tanto de el bebé como de la madre.

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  2. Estoy de acuerdo, pero no tanto con la idea de que cada mujer debería poder hacer lo que quiera. Creo que es necesario estar bien informada para poder elegir con libertad. Saber lo que realmente queremos no es tan fácil, y además nuestra decisión afectará a nuestro bebé, deberíamos también tenerle en cuenta, no?

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  3. Se debería fomentar más la lactancia en las maternidades y hospitales. En algunos casos una tiene claro que quiere dar el pecho a su bebé por todo lo que conlleva no sólo a nivel de salud para ambos sino también a nivel de desarrollo afectivo y mental... pero a veces el cuadro médico es el primer gran obstáculo. Por experiencia sé que una madre que quiere dar el pecho en una unidad de cuidados intensivos a neonatos o recién nacidos es un estorbo. Hay que conscenciar a todo el conjunto de la sociedad que hay mucho más en juego en una lactancia natural...

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  4. Qué feo tener que recurrir al término "gran opresor" para referirse al hijo, a esa persona tan deseada, tan amada, para llamar la atención. No creo que la lactancia sea un arma. Si hablamos mal de nuestros hijos, sería prudente pararse a mirar dentro de una, para descubrir qué aspectos negativos de nosotras estamos proyectando.

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