TALLER DE PORTABEBÉS


Aquí tenéis la información del taller que estamos preparando para la semana que viene. Gracias Isabel Llaberia por la foto. El taller lo llevarán Gemma Guillamon, doula, el lunes, y Laura de Kangura, el jueves. ¡Os esperamos!

¡DE NUEVO BIENVENIDA Y BIENVENIDO!

Como véis, estrenamos blog, con nueva dirección y nueva cabecera. Desde aquí queremos dar las gracias a Javi por su alegre colaboración.

A continuación podréis leer un artículo publicado en la Carta de la Paz por una mamá integrante de Criança Dolça. ¡Gracias por tu aportación, Juli!

Y más abajo un artículo publicado en ADN sobre la lactancia. Puede resultar polémico, ¡esperamos vuestros comentarios! Que disfrutéis de la lectura... Hasta pronto.

BEBÉS LIBRES, INTELIGENTES Y CAPACES DE AMAR

La llegada de un bebé al seno familiar viene siempre acompañada de un sinfín de preguntas referentes a su educación. Desde las primeras horas de vida ya nos cuestionamos sobre nuestros actos, si no antes. Me refiero a preguntas como ¿le ponemos chupete? ¿le doy el pecho? ¿a demanda o con horarios? Son preguntas simples, pero nuestra respuesta definirá una forma de hacer que marcará de alguna manera el desarrollo de nuestro hijo o hija. También hay preguntas más profundas: ¿cómo lo educo en libertad? ¿Qué límites son necesarios y cuáles son sólo producto de una autoridad mal entendida? ¿El amor que le demuestro con besos, abrazos y atenciones debe tener un límite? ¿Debo cortar sus travesuras con una bofetada a tiempo?

La Carta de la Paz nos recuerda, en su séptimo punto, que el ser humano es libre, inteligente y capaz de amar. Son condiciones que poseemos por el mero hecho de existir. Y las desarrollamos en relación con los demás. Desde recién nacidos somos totalmente dependientes del adulto y necesitamos del contacto amoroso como del alimento y del sueño. Aprendemos a amar teniendo como referencia el amor que nos han dado desde la infancia nuestros progenitores. Y creo que ese amor es indispensable para una vida en paz. Un amor que nos propine una alta autoestima, un sentimiento de seguridad, de paz interior. Y que nos deje ejercer nuestra capacidad de amar a los demás, por no tener nada que reprochar ni que reclamar, ya que nos sentimos saciados a nivel afectivo.

Sin embargo me sorprende que, según la campaña española “Educa, no pegues”, coordinada por Pepa Horno, psicóloga de Save the Children, entre el 50% y el 60% de los padres consideran que hay que pegar a los niños de vez en cuando. También me extraña que tengan tanto éxito mediático métodos según los cuales, en pocas palabras, se debe acostumbrar a los bebés a dormirse solos mediante el aterrador sistema de dejarlos llorar en su habitación hasta que se cansan.

El uso de la violencia sólo trae consigo más violencia. Y no me refiero únicamente a la violencia física, sino también a las imposiciones, a los chantajes emocionales, a los castigos inapropiados, a los insultos, los gritos, las ausencias, la indiferencia, las amenazas... ¿Qué mensaje recibe nuestro hijo? Que no le queremos, que lo abandonamos, que no nos importa lo que siente... Todo esto deja una huella en él que influirá en su manera de entender la vida, de relacionarse con los demás, de afrontar sus vivencias personales... Todos queremos que nuestros hijos sean felices, pero preguntémonos si así lo estamos consiguiendo.

También hago referencia a la permisividad absoluta, que es perjudicial por privar de límites que den seguridad a los niños para que crezcan con un cierto equilibrio. La vida nos ofrece multitud de oportunidades en que debemos poner freno a nuestros pequeños, como en situaciones peligrosas o inoportunas. No hace falta inventarlas. Sólo debemos estar atentos a no caer en el consentimiento de caprichos dañinos o ilimitados, sin confundirlos nunca con los mimos y demostraciones afectivas, indispensables para el sano desarrollo de nuestros hijos.

Existen dos estilos bien diferenciados en lo que respecta a la educación de los bebés, y muchísimos matices con los que se concretan en el caso real de cada familia. Y opino como el Dr. Carlos González, pediatra, que considera que la diferencia clave entre ellos radica en la concepción que se tiene de los hijos: como aliados o como enemigos. Las expresiones “te quiere tomar el pelo” o “te tiene tomado el pulso” son ilustrativas de la segunda opción. Sin embargo, los bebés son seres humanos indefensos, y sus referentes adultos somos su último refugio, su protección, en quien ellos más confían. ¿Cómo no vamos a ser nosotros los primeros en velar por su bienestar?

No tenemos derechos sobre ellos, como no los tenemos sobre ninguna persona, porque son libres. Creo que es un buen ejercicio comparar a nuestros hijos con personas adultas, para las que no consentiríamos actuaciones vejatorias, por más educativo que fuera el objetivo; incluso con nosotros mismos. Nos daríamos cuenta de la cantidad de injusticias que permitimos que caigan sobre los niños sólo por el hecho de ser menores o por considerarlos una propiedad de sus padres. Si el objetivo es educarlos, ¡eduquémoslos con el ejemplo! Que nuestra herramienta más preciada sea la comunicación, tan necesaria tanto en la pareja como con los hijos.

Para vivir la paz ya en el seno de la familia no es suficiente con eliminar la violencia, sino que es necesario también promover un ambiente de amor y de serenidad que nos lleve a vivir con alegría y entusiasmo. Nuestros hijos se contagiarán de nosotros y crecerán seguros de sí mismos y del amor de sus progenitores, y sabrán compartirlo porque lo habrán visto hacer en casa. El núcleo familiar es la primera célula de la sociedad, así que estaremos dando un primer paso para favorecer un mundo más en paz.

Julieta Bazán, psicopedagoga y en formación de doula

EL DILEMA DE LA LACTANCIA

¿Pecho o biberón? Si en los años setenta la liberación femenina pasaba por defender la lactancia artificial, las hijas de esas mujeres se reivindican ahora amamantando a sus bebés. Es la vuelta a ‘lo natural’. Pero aún hay muchas madres que prefieren la libertad y las facilidades que les da el biberón. Unas y otras reclaman poder tomar su propia decisión sin presiones y, sobre todo, sin sentirse juzgadas.

La mujer ha retrocedido con el énfasis en lo natural y se ha convertido en esclava de sus propios hijos. Eso al menos es lo que defiende Elizabeth Badinter, una filósofa que ha levantado una enorme polémica en Francia con su libro El conflicto. La madre y la mujer. Y entre las peores armas de El Gran Opresor (el bebé, según Badinter), la lactancia natural.

Después de que en los setenta hubiera un boom del biberón, ahora "la tendencia social y médica es la de volver a dar el pecho", dice la doctora Lara Sánchez, pediatra neonatóloga de USP Instituto Universitario Dexeus. "La leche materna es el mejor alimento, el que está especialmente diseñado para los bebés". Este es el principal argumento de los defensores de la crianza natural, que insisten en los beneficios inmunológicos. Desde Alba Lactancia Materna recalcan que incluso "mejora el coeficiente intelectual y la visión del bebé, y reduce sus posibilidades de padecer diabetes, hipertensión, problemas cardiovascualares y cáncer de adulto".

La Organización Mundial de la Salud recomienda amamantar de forma exclusiva seis meses, y, junto con otros alimentos, dos años más. Se cree que el 80% de madres en España intenta dar de mamar; sólo la mitad lo seguirá haciendo un mes después.

Otro de los motivos de defensa del pecho es que "mejora el vínculo madre-hijo", y crea una relación "más intuitiva" entre ambos, según la doctora Sánchez. Para Belén García, coordinadora del blog Uno más en la familia, nada más lejos de la realidad: "Tu apego no depende ni de la forma de comer ni de dormir. ¿Qué pasa entonces con los niños adoptados?".

"Hay una corriente potente" de mujeres que defienden el pecho que "cuestiona a las que deciden no darlo", lamenta García. Defensoras de una postura y otra se quejan de la presión que sienten. "Hay mucha más de la que debería; cada mujer debe poder hacer lo que quiera", insiste.

Y esta excesiva coacción -de sanitarios, familia, amigos, grupos de apoyo...- puede generar ansiedad y sentimiento de culpa en la mujer. "Lo peor es presionar a la madre. A los médicos lo que más les cuesta es escucharla, y que ella decida desde su interior; el bebé saldrá beneficiado de eso, se opte por el pecho o el biberón", recalca la psicóloga clínica Gemma Cánovas Sau, autora de El oficio de ser madre.

OPINIONES

«Dar el pecho crea una relación más intuitiva entre madre e hijo, mejora el vínculo entre los dos»

Lara Sánchez, pediatra neonatóloga


«Hay mucho falso mito y prejuicios sobre la lactancia. Para lo bueno y para lo malo»

Clara Lapetra, abogada y madre


«Todo el mundo me ponía mucha presión encima para que no desistiera»

Teresa Guardiola, maestra y madre


«Hasta el año y medio el bebé sólo tiene una figura de apego y ésta es la madre»

Inma Marcos, comadrona y madre


«Soy reticente a enseñar todo el día el pecho en cualquier parte y con el biberón controlas más»

Patricia Segura, auditora de cuentas y madre


«Hay una corriente potente de mujeres que cuestionan a las que deciden no dar el pecho»

Belén García, 'Blogger' Uno más en la familia

Por Anna Lladó, publicado en www.adn.es el 20 de abril de 2010

ENTREVISTA A LAURA GUTMAN

Aquí tenéis el inicio de una entrevista a Laura Gutman, por Rolando Graña. Habla de la maternidad, de sus dificultades, de la insuficiencia de las familias nucleares, de la necesidad de acompañamiento, del papel de las doulas, de su propia experiencia… ¡Y es sólo la primera parte! Si os interesa ¡podéis ver las 5 partes siguientes! ¡Que lo disfrutéis!

CRIANZA BIO

El próximo miércoles 16 de diciembre estáis todos invitados a una charla sobre cómo cuidar a nuestros pequeños con hábitos saludables.

Francina, de TOT BIO (del Masnou), nos traerá muestras de los productos que ella ofrece, además de trucos, consejos y recetario bio!

Habrá servicio de guardería.

Os esperamos en Ca n’Humet a las 18h. (c/Fontanills 77, El Masnou)

ROSA JOVÉ EN TERRASSA

Hola a todos! Esta vez os queremos comunicar a los viváis en la provincia de Barcelona, que Rosa Jové dará una conferencia en Terrassa, organizada por Do de mare, grupo de apoyo a la lactancia materna. La información la tenéis a continuación y está en catalán.
En otras entradas, más abajo, encontraréis un vídeo sugerente sobre parto respetado y un artículo interesante e innovador para los que estéis pensando en tener otro bebé.
¡A sacar el máximo provecho! ¡Hasta la próxima!
UNA CRIANÇA FELIÇ ÉS POSSIBLE… i la Rosa Jové vindrà a explicar-nos com ho podem aconseguir.
Data: dijous, 10 de desembre de 2009
Hora: 18:00 – 20:00
Lloc: Biblioteca Central de Terrassa
Adreça: Passeig Lletres 1
Tal com explica en el seu nou llibre “La crianza feliz”, centrat en la criança des dels 0 als 6 anys, “només el nadó que se senti satisfet i atès eliminarà la por i l’estrés de la seva vida. Serà feliç, perquè la felicitat li donarà tranquil·litat i absència de por”.
Ens parlarà de:
. La importància dels hàbits i rutines
. Els nens que mengen poc
. Les rabietes i les paraulotes
. Dir adéu al bolquer
. Gelos entre germans
. Fills porucs i temerosos
La Rosa Mª Jové és psicòloga, especialitzada en psicologia clínica infantil i juvenil i en psicopediatria (nadons de 0 a 3 anys). A més de llicenciada en Història i Geografia, amb especialització en antropologia de la criança. És presidenta de la delegació de Lleida del Col.legi Oficial de Psicòlegs de Catalunya i responsable del programa de salud materno-infantil d’UNICEF a Lleida. Des de 1994 és la responsable del gabinet de psicologia del Centre Mèdic CMS de Lleida, també té consulta a Barcelona y Madrid.
Autora del llibre “Dormir sin lágrimas”, que ha revolucionat la forma d’entendre el son dels nadons.

EN POSICIÓN DE ELEGIR

Aquí tenéis un anuncio publicitario sobre parto respetado, correspondiente a la campaña "Tenemos derecho" de la asociación "Dando a luz" de Argentina. ¿Qué os parece?

ELLOS TAMBIÉN DEBERÍAN TOMAR ÁCIDO FÓLICO

Publicado por el Ministerio de Ciencia e Innovación y el Instituto de Salud Carlos III
Además de abandonar el consumo de tabaco y alcohol
Expertos del Instituto de Salud Carlos III aconsejan que los hombres también tomen ácido fólico tres meses antes de la gestación para reducir la incidencia de defectos congénitos
Madrid, 24 de noviembre de 2009.- La prevención para tener un hijo sano no sólo es responsabilidad de las mujeres sino también de los hombres según un reciente trabajo publicado por el Centro de Investigación Sobre Anomalías Congénitas (CIAC) del Instituto de Salud Carlos III -organismo público de investigación adscrito al Ministerio de Ciencia e Innovación- en la edición Online First de Journal of Medical Genetics. Este trabajo aconseja, entre otras pautas, que también los varones tomen pequeñas cantidades de ácido fólico y abandonen el consumo del tabaco y el alcohol al menos 3 meses antes de buscar el embarazo.
El trabajo, firmado por María Luisa Martínez Frías, directora del CIAC- ISCIII, propone estas nuevas pautas basándose en los conocimientos más recientes de la epigenética y sostiene que si ambos progenitores las llevan a cabo la probabilidad de que disminuya el riesgo que tienen todas las parejas de tener un hijo con defectos congénitos sean hereditarios o esporádicos, cifrado entre un 3 y 6% en cada embarazo, disminuye considerablemente.
El estudio revisa los actuales conocimientos sobre los mecanismos epigenéticos que se producen desde el momento de la fecundación y durante todo el desarrollo embrionario y fetal, así como durante la formación y maduración de los gametos y comenta varios ejemplos de los que ya se conocen que alteran estos procesos, como ciertas sustancias químicas que han demostrado su efecto causando efectos congénitos y riesgos para padecer ciertas enfermedades durante la vida de adultos. Al igual que ocurre con el alcohol, tabaco, deficiencias nutricionales y ciertos medicamentos.
Por eso el trabajo concluye que estos conocimientos tienen importantes implicaciones para prevenir defectos congénitos hereditarios y ambientales, así como enfermedades de aparición durante la vida de adultos e insiste en la intervención preventiva por su eficiencia, porque no tiene riesgos, es fácil y resulta muy barata.
En este sentido, la autora propone que tanto el hombre como la mujer deben tomar 0,4 mg de ácido fólico diarios, seguir una alimentación sana y equilibrada, no fumar, no ingerir bebidas alcohólicas, no tomar medicamentos sin consultar con el médico, seguir rigurosamente las normas para prevenir riesgos laborales, sobre todo con los productos químicos, desde tres meses antes de abandonar el método anticonceptivo y mantenerlas durante todo el embarazo la madre.
El padre debería hacerlo igual (o, al menos hasta el final del segundo mes), sobre todo si está expuesto a productos químicos (de cualquier tipo) porque la mayoría de ellos se excretan en el líquido seminal y, teóricamente podría contaminar a la mujer, salvo que utilice preservativos en sus relaciones sexuales.

BIENVENIDOS A CRIANZA DULCE

Somos un grupo de mamás de bebés de 0 a 3 años del Masnou (Barcelona) que queremos ofrecer un espacio de apoyo mutuo a otras mamás o papás. Creemos que es muy importante el poder intercambiar opiniones con otras familias que pasan situaciones parecidas a las tuyas, para disipar dudas, suavizar temores, compartir inquietudes… Aunque nos reunimos semanalmente en el Masnou, abrimos este espacio virtual para poder compartir textos, fotos, vídeos, webs, y también con personas de más lejos!!!
A continuación podréis leer un fragmento (aunque bastante largo, pero muy interesante) de un artículo que una mamá amiga nos ha hecho llegar hace poco. ¡Gracias Núria! La autora es María del Mar Jiménez Redal, socióloga holística, autora también del blog http://www.eldedoenlallaga.com/. ¡Esperamos que os guste y que hagáis los comentarios que creáis oportunos!
OTRA CRIANZA Y OTRO MUNDO ES POSIBLE. MIS 15 ACUSACIONES
En un mundo como el nuestro, que desprestigia la maternidad y la crianza, parece que el cuidado de los bebés y niños es un hecho anecdótico y aislado en la historia de la persona, que no tiene influencia más allá de la infancia, y por supuesto ninguna relación con la sociedad.
Vivimos como si funcionase así porque actualmente predomina una crianza mecanizada: de biberón en vez de lactancia, de chupete en vez de consuelo, brazos o teta, de guarderías en vez de madre, de cunas alejadas de la habitación de los padres, de muñecos que imitan el latido cardiaco, de hamacas y columpios varios, de cámaras para vigilar al bebé en la distancia, de CDs de nanas o susurros, etc.
Sin embargo, la crianza sí influye en la edad adulta y por tanto en toda la vida de la persona, y sí determina el cómo es la sociedad. Y sus consecuencias son de tal envergadura y profundidad que llegan a explicar el grado de violencia que vive cada cultura.
A pesar de otro tipo de factores como genéticos, económicos, etc. la variable que mejor define el nivel de equilibrio emocional de una sociedad es el tipo de cuidado que dispensa a sus niños y a las personas de quien depende, su familia. Y nos encontramos entonces con 2 grandes grupos de modelos de crianza y de vida: violentos o pacíficos.
La diferencia entre ellos radica en el tipo de parto, la separación temprana madre-bebé, la existencia de lactancia prolongada o no, el respeto a las necesidades de los niños de día y de noche, el contacto piel con piel que se establece, el número de adultos-cuidadores por niño, la rapidez de respuesta ante el llanto,… y en definitiva, en si existe una crianza de apego o desapego.
Los pueblos poco afectivos con sus crías y con poco contacto piel con piel presenta altos niveles de violencia en la edad adulta. Sin embargo la agresividad es casi nula entre los pueblos que mantienen un contacto muy estrecho y continúo con sus hijos.
Los antropología han constatado este hecho innumerables veces, pero, por si quedaba alguna duda, la moderna psiconeuroendocrinología también lo ha confirmado y justificado: a menor contacto con un bebé, menos protegido y más temeroso se siente y más adrenalina segrega su cerebro. En cambio, a más afecto, contacto y amor, más se activan los circuitos cerebrales de la serotonina.
Teniendo en cuanta la plasticidad cerebral de los primeros años de vida, y cómo las experiencias modelan la arquitectura neuronal y la personalidad del adulto, el predominio de una u otra hormona crea individuos distintos. El contacto físico y emocional constante con la madre (la primera fuente de amor) es lo que asienta los sistemas cerebrales del placer y crea personas seguras, confiadas y amorosas. Cuando el niño no recibe el afecto que necesita se crea una cultura basada en el egocentrismo, la violencia y el autoritarismo.
Cada autor lo ha nombrado de forma diferente: desamparo aprendido, indefensión, aprendizaje de la impotencia, desesperanza, sumisión, … pero en el fondo todo es lo mismo: sufrimiento y resignación, que determinan una actitud fría hacia el mundo y hacia los demás y que sólo en determinadas circunstancias pueden ser revertidos.
Podríamos creer que todas estas teorías de las hormonas y el apego sólo funcionan con tribus remotas y no en una sociedad con mp3, cirugía estética, hipoteca y rayo láser. Pero no es así.
Esa adrenalina y agresividad nos define también a nosotros y explica el grado de devastación al que hemos sometido a la Naturaleza, el injusto orden internacional, las cifras de miseria y hambre, y la violencia entre los países y en el seno de las propias familias.
¿Cómo hemos llegado a esto? Aunque las explicaciones son múltiples, la más potente y brillante (para el sistema) ha sido perturbar la relación madre-hijo que la naturaleza ha previsto para velar por el desarrollo físico, emocional, intelectual y social de una persona.
Atacando el apego desde la raíz se consiguen ciudadanos vulnerables, siempre necesitados y anhelantes de algo más, desorientados, sumisos y dependientes de una sociedad consumista y devoradora.
Pero para lograr una ruptura tan radical se necesita un engranaje de diferentes actores que consigan cegar totalmente el juicio y el instinto de las madres. Lo consiguieron. Y estas son mis 15 acusaciones:
1. Acuso a la industria farmacéutica de haber convertido todos los procesos naturales de la mujer en enfermedades tremendamente rentables: menstruación, anticoncepción, embarazo, parto, lactancia, crianza y menopausia.
2. Acuso a la píldora anticonceptiva (y todos los productos hormonales en general en mujeres sanas) de haber alterado totalmente nuestro delicado equilibrio endocrino y de robarnos los mensajes intuitivos que llegan del inconsciente con las diferentes fases del ciclo menstrual femenino, por la relación entre ovarios, determinadas hormonas y actividades de hemisferios cerebrales. Este es uno de lo problemas de base sorprendentemente ocultado. Las mujeres no se desconectan en el parto de sí mismas por primera vez, sino que llevan años desvinculadas de la sabiduría femenina ancestral y más unidas a un laboratorio que a su propio cuerpo.
3. Acuso al negocio de la fecundación artificial de aprovecharse de las mujeres desesperadas por concebir y someterlas a dolorosos, caros y largos procesos, en vez de analizar las causas verdaderas (y subsanables) del fracaso en los embarazos, y que nos obligarían a replantearnos el ritmo y el estilo de vida que llevamos a todos los niveles.
4. Acuso a la industria de la alimentación de su macabra y eficaz estrategia para convencer a medio siglo de mujeres y conseguir que la leche de un animal (cuyo cerebro es mucho menor que el humano) tratada químicamente, suministrada en plástico, y por manos frías, muchas veces, haya suplido al calor, amor y el milagro de una teta blandita. Este triunfo económico ha significado una condena a muerte a millones de niños en países poco desarrollados, y alto riesgo de enfermedades, menos nivel cognitivo y desapego en los países ricos. Ausencia de lactancia significa ausencia de oxitocina y menos enamoramiento madre-hijo, y a partir de aquí una larga cadena de conductas artificiales.
5. Acuso al sistema obstétrico de haber convertido la normalidad del parto en patología, de haberlo medicalizado hasta el delirio de 50% de cesáreas en algunos países, de no haber respetado la extrema fragilidad del recién nacido y de haber convertido el sagrado acto del nacimiento en una mera extracción y manipulación de bebés.
6. Acuso a los pediatras de haber confundido sus creencias y prejuicios con la verdadera ciencia, de haber frustrado millones de potenciales lactancias exitosas con falsas normas, de haber convertido en enfermedad una pauta de sueño mamífera y de anteponer sus criterios a las recomendaciones de la OMS.
7. Acuso a los neurólogos y psiquiatras de sobre-diagnosticar la hiperactividad, y de drogar y anular a una generación de niños (a pesar de los constatados y denunciados efectos secundarios) con Ritaline/Rubifren: la cocaína pediátrica
8. Acuso a los psicólogos de medrar a costa de todos los errores del sistema en crianza, de no hacer honor a su nombre (psiqué=alma), de crear teorías que han justificado la continua domesticación de los niños anulando el leve instinto materno que quedaba (sobreprotección, falta de límites, permisividad por consentir demasiado, malcriar, etc.), y de haber inventado una falsa socialización temprana que no existe hasta mucho más tarde ( 6-7 años cuando queda establecida la lateralidad cerebral).
9. Acuso a los falsos gurús de crianza: Spock/Ferber/Valman/Estivill y secuaces conductistas de hacer apología de métodos de socio-tortura y vender insensibilidad, crueldad y falta de respeto hacia los niños. Si hubiese un Tribunal de la Haya Emocional, todos estos personajes habrían sido condenados por sufrimiento a la Humanidad.
10. Acuso a las feministas clásicas de haber mutilado a las mujeres humillando nuestra feminidad y maternidad, y de haber vendido a nuestros hijos por una falsa liberación que simplemente fue un cambio de lugar de opresión, y que perpetuó y potenció el sistema y los valores dominantes: masculinidad, competencia, depredación, jerarquía. Nunca hubo ninguna revolución social, sino un continuismo con otra cara. Sí es compatible el trabajo y la crianza, pero para eso hay que transformar el sistema y no abducirnos a nosotras y abandonar a las criaturas.
11. Acuso a las revistas femeninas de fomentar modelos de mujeres descerebradas, consumistas, siliconadas, hipersexuales que cuando tienen hijos se convierten en madres virtuales que atienden por control remoto a sus criaturas a golpe de Visa y continúan con su estresante vida sin inmutarse ni un tacón.
12. Acuso al sistema educativo de precocidad, de tener planes obsoletos que no responden a las verdaderas necesidades de aprendizaje a través del juego y la libertad de expresión, de fomentar la sumisión y obediencia e impedir los procesos de pensamiento independiente y creativos que permiten encontrar el propio camino en la vida .
13. Acuso a toda la sociedad de ser adultocentrista y haber excluido a los bebés y niños de la vida diaria, de infravalorar la maternidad y crianza considerándolo una pérdida del talento de la mujer pero sí valorar a ésta como productora dentro del sistema económico (ni como reproductora ni como cuidadora).
14. Acuso al estado de Bienestar de haber secuestrado la vida de los bebés encerrándolos en guarderías tempranas que se convierten así en una especie de “orfanatos de día” bien decorados, mientras obliga a sus dos padres a trabajar lejos de casa para subsistir en un modelo de vida asfixiante, de haber pasado del concepto de “se necesita una aldea para criar un niño” a la soledad y el desamparo de 8 bebés por cuidadora, de tener unas políticas de conciliación familiar-laboral miserables, de ausencia de ayudas familiares decentes, y evidentemente de haber creado una sociedad del malestar en la que según la OMS en el 2020 la depresión será la segunda enfermedad.
15. Y por supuesto, acuso a las mujeres de no escuchar su corazón ni su instinto, de haber sacrificado a sus hijos para que el sistema los devore (porque ellas ya lo estaban), de acceder a la maternidad y parto con muy poca información y por tanto con una actitud de niñas dóciles que delegan su papel en los demás, de no luchar o exiliarse de este injusto modelo económico ni siquiera dentro del hogar, sino de dirigir la rabia y frustración (consciente o no) contra sus hijos, insensibilizándose ante su llanto y llamadas nocturnas, de obsesionarse por el adiestramiento y las normas (que en el fondo les ayudan a ellas a tener una estructura y orden y a desculpabilizarse de su abandono real), y de centrar todas sus fuerzas en aspectos externos al hogar.
Estos 15 agentes han hecho que llevemos varias décadas con una crianza impregnada del espíritu light de Herodes: subestimar la importancia de satisfacer plenamente los instintos y necesidades de la infancia, y han creado una sociedad DES-MADRADA, no amorosa, no segura de sí misma, no empática con los demás, que es la causa del estado actual de la Tierra.
Afortunadamente esta situación nunca ha sido 100% generalizada y siempre ha habido pediatras, neurólogos, ginecólogos, comadronas, psicólogos, revistas, colegios y madres y padres disidentes de la crianza oficial, que han sufrido muchas burlas, incomprensiones y zancadillas sociales, pero que han mantenido la luz encendida para todos los que venían detrás con los ojos abiertos.
Puedes leer el artículo entero en http://blog.maternidad-continuum.com/?p=132#more-132